domingo, 15 de julio de 2012

¿Qué tan comprometido estamos?

                                                                                  

Estimado lector, espero cada uno de ustedes esté  muy bien.
El día de ayer, en reunión de jóvenes y juveniles de la iglesia, vimos el tema del compromiso, fue de mucha bendición, quiero escribir a ustedes parte de lo que habló el pastor, de lo que compartimos con los jóvenes, las opiniones de ellos, además algunos puntos de vista personales, espero que lo que leas sea provechoso para tu vida, lo pongas en práctica y lo compartas.






Comienzo con el video porque es una muestra de uno de los compromisos más importantes según yo, que hacemos en la vida, el noviazgo y el casamiento,  la Biblia en Cantares nos muestra la comparación de nosotros la Iglesia como la novia y a Dios como el esposo, lo cual me hace conectar con el video en que Dios es capaz de mucho para captar nuestra atención, de detener el tiempo si fuera necesario (como se hace en el video), de enamorarnos a través de su creación, de su cuidado, de su amor y misericordia hacia nosotros, del interés en nosotros en que vivamos una vida en abundancia y de detalles en la vida que van más allá de lo que podríamos imaginar.
En el caso del noviazgo cuando es formalizado se hace a través de la entrega del anillo y de la pregunta de “¿Quieres casarte conmigo?”, Dios también lo hace con nosotros, con su inmenso amor  nos da algo más que un anillo, nos dio más que eso, entregó una joya mucho mejor que un accesorio de oro y/o de otras piedras preciosas, él envío su tesoro más preciado, envío a Jesús para que muriera por nosotros, como muestra de amor incondicional hacia cada ser humano;  en un matrimonio normal ambas partes deben firmar, aquí Dios ya firmó (metafóricamente) y lo hizo con la sangre de Jesús al morir en la cruz por ti, por mi y por cada persona.
En la vida existen muchos compromisos, según mi punto de vista los formales e informales, los formales son aquellos donde firmas un documento como un contrato de trabajo, un contrato de arriendo, entre otros y los informales, que son nuestras promesas con amigos, nuestra palabra con nuestros padres y los que vamos haciendo en nuestro diario vivir, el cual compartíamos que en nuestro presente se están perdiendo, ya cada vez tiene menos peso la palabra de las personas, pero nosotros como cristianos debemos ser hombres de palabra, cumplir con los compromisos, volviendo al tema del matrimonio cada vez más también se está perdiendo este acto y ese pacto de matrimonio, de vivir en momentos difíciles juntos, de vivir para toda la vida se está rompiendo en muchas familias, que deciden casarse, pero no siempre deciden amarse, y no se cumple con el compromiso.
En la biblia encontramos “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Romanos 10:9, si aceptamos esto debe ser más allá de creer y seremos salvos, es una decisión de vida, de comenzar a avanzar hacia Dios, es decir buscar para asemejarnos más a él, es difícil eso sí, pero comprometernos con él, es la decisión más importante de nuestras vidas, ya que es una decisión eterna. Es normal eso sí, que en el camino caigamos, que a veces nos demos por vencido o queramos mirar atrás o dejar todo esto de lado, de dudar, de querer desistir, el pastor mencionó este versículo: “Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.” Lucas 9:62, debemos seguir adelante, con el punto fijo que es Dios, tener a Dios como meta, llegar a ser como él, seguramente ya has hecho compromisos con Dios, pero es seguro también que al igual que yo, hemos roto esos compromiso, creo que hoy es el tiempo para cambiar eso, si miraste para al lado y te caíste cuando estabas arando, o si miraste para al lado y desvíate el camino, no importa, Dios nos da la oportunidad de volver a empezar y eso espero que hagas, que tomes el arado y sigas avanzando en el camino de la vida cumpliendo el compromiso que tomaste con Dios, y si no has tomado aún ese tan importante compromiso, cree y vive para él.