sábado, 15 de junio de 2013

Preocupados en sembrar la semilla, el Palto.



Hace unos minutos atrás veía un cuesco (pepa) de palta (aguacate) que estaba en la cocina secándose en la estufa, y recordé lo siguiente:

El año pasado tuve la hermosa oportunidad de ir a Isla de Pascua, entre todo lo que conocí fue una cueva, y dentro de ella un árbol, sí, un árbol, un Palto, dentro de la cueva, ¿cómo creció ahí?, seguramente una palta de la superficie cayó, se pudrió y quedó el cuesco (semilla), como había un orificio entraba luz, calor y agua, lo cual permitió que este gran Palto pudiera crecer.
Reflexionaba en que no nos preocupemos 
por cómo crecerá la semilla a quién le entregamos la palabra de Dios, porque Dios se encarga de regar, de dar luz y calor. No nos desanimemos si aún tenemos familiares y amigos que no han podido conocer a Dios, ya que él tiene un propósito, solo debemos ser obedientes en "ir, y hacer discípulos"

Mateo 28:19 y entregar el evangelio, recordemos la parábola del sembrador en Mateo 13.
13:2-9 "Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa.
Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar.
Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra;
pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó.
Y parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno.
El que tiene oídos para oír, oiga."
13:17-23 "Porque de cierto os digo, que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis, y no lo vieron; y oír lo que oís, y no lo oyeron.
Oíd, pues, vosotros la parábola del sembrador:
Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.
Y el que fue sembrado en pedregales, éste es el que oye la palabra, y al momento la recibe con gozo;
pero no tiene raíz en sí, sino que es de corta duración, pues al venir la aflicción o la persecución por causa de la palabra, luego tropieza.
El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
Mas el que fue sembrado en buena tierra, éste es el que oye y entiende la palabra, y da fruto; y produce a ciento, a sesenta, y a treinta por uno."
A veces somos pre juiciosos y pensamos que la semilla cayó en vano o nosotros le damos nombre al suelo en donde cayó esta, pero no, Dios es el que sabe y tiene poder para que esa semilla crezca y de fruto tal como fue con ese árbol de paltas que creció dentro de la cueva, quizás nuestro ojo humano piensa que cayó en un suelo sin mucha tierra o con espinas, pero para los ojos de Dios es buena tierra y está trabajando en ella.
No te rindas querido lector, ten confianza en Dios, entreguemos su palabra y oremos por quienes aún no reconocen a Dios, como el salvador.
Bendiciones a cada uno.

martes, 11 de junio de 2013

No es por falta de tiempo.

Hoy, quiero compartir con ustedes, una   reflexión que pensaba mientras caminaba al regresar a casa después de un hermoso día, y es sobre nuestro tiempo...
Creo que: La falta de  tiempo, es la  mayor excusa de muchos, todos tenemos 24 horas, pero depende de nuestra organización, si no alcanzamos o no podemos hacer algo por "falta de tiempo", no es culpa del tiempo, sino de nosotros que a veces nos esclavizamos en algunas cosas y no nos organizamos bien.

La Biblia dice:
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora." 
Eclesiastés 3:1.

Dios nos guíe y ayude a organizarnos bien con el tiempo que tenemos, lo pido primeramente para mí, porque quiero organizar mi tiempo para Dios,  leer, hacer mi devocional, trabajar, hacer deporte, vida social, ocio, pero a veces me cuesta y lo que hago es: trabajar, vida social y ocio, o un poco de bicicleta, trabajo y ocio (y lo que más hago y tiempo ocupo es trabajo y ocio).
Debemos tratar de priorizar lo que es realmente importante, a veces nos esclavizamos por el trabajo, los estudios, entre otras cosas, pero, qué tanto vale la pena, si más importante son nuestras familias, nuestros amigos; a veces debemos tomarnos tiempos de descanso, de meditación, de compartir con nuestros seres queridos.
En el trabajo, cuando alguien no cumple con la labor encomendada y le pregunto porqué no lo hizo y me responde "por falta de tiempo", generalmente le digo, que no es excusa, depende de nuestra organización.
Recuerdo la película Clic donde Adam Sandler recibe un control remoto donde puede controlar todos sus tiempos, pero empieza a avanzar en las peleas, el trabajo, los tacos automovilísticos, enfermedades, juntas familiares, etc., después se da cuenta de que avanzó tanto su tiempo, que en el trabajo que era lo que más le importaba estaba bien, era el presidente de la compañía, pero a su familia la perdió, su esposa se había divorciado de él, su relación con sus hijos era muy pobre y su padre había muerto. Después se dio cuenta de su error, que es el mismo error que cometemos a veces, que damos prioridad a cosas de nuestras vidas que no deberían ser la primera precedencia.

Dios nos ayude a que él sea primeramente y lo demás se vaya añadiendo según las necesidades de cada uno, pero que no dejemos de lado a las personas que nos rodean, que son muy importantes para nuestras vidas.
Bendiciones estimado lector.