martes, 2 de septiembre de 2014

Más dulce que la miel.


Este mes, como muchos cristianos saben, se celebra el mes de la Biblia, la Palabra de Dios. Averigüé, el porqué de esta celebración y encontré lo siguiente:
La iglesia protestante evangélica celebra el Mes de la Biblia en Septiembre, porque el 26 de de Septiembre de 1569, se concluyó la impresión de la Biblia en español llamada la “Biblia del Oso” (en su portada aparece un oso comiendo miel de un panal).
Esta traducción, que posteriormente fue revisada por Cipriano de Valera en 1602, dio origen a la famosa versión “Reina Valera”, tan reconocida y amada por los evangélicos hasta hoy.
Fue traducida por Casiodoro de Reina, y en esa oportunidad se imprimieron 260 ejemplares en Basilea, Suiza.

Fuente: Sociedad Bíblica Chilena.Ante esto, comencé a buscar sobre la Biblia del oso, y vi la imagen que está en la parte superior izquierda de este escrito.

Cuando vi la imagen, recordé de inmediato los antiguos dibujos animados, donde mostraban a algún oso buscando miel, cuánto luchaban por conseguirla, recuerdo que el mamífero colocaba sus patas superiores en el panal y empapaba sus manos con miel, para luego poder degustar de ella, ¡qué deleite era probar tal dulce sabor!

Salmos 119:103 dice:

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras!
Más que la miel a mi boca.

Hago una comparación a nuestra necesidad de miel, al deleite que es tener la palabra de Dios en nuestras vidas, poder leerla, poder disfrutar, aprender, crecer, cambiar con ella.
Más dulce que la miel a nuestra boca, y tal como la miel, la Biblia también tiene muchos beneficios.
La miel por ejemplo, cura la tos, es eficaz para sanar heridas de la piel, produce un efecto calmante a nuestro cuerpo, fortalece el corazón, ayuda a la digestión, es rica en calorías; y la Biblia de forma similar, cura y sana nuestras heridas, produce un efecto de paz, fortalece nuestro corazón, ayuda a nuestra digestión espiritual, es rica en "calorías", ya que nos da fuerzas para seguir adelante,y mucho más.

Dios nos ayude a ser como ositos, que buscan y quieran conseguir la miel, y disfrutar de ella, leerla, estudiarla y hacerla parte de nosotros.
Bendiciones querido lector, endulcemos con la palabra de Dios.