Cuando estuve de vacaciones el año pasado, asistí a algunas
iglesias amigas de visita u observador, o para dar algún tema bíblico… Es lindo
ver personas que uno conoce y tiene cariño, ver personas que años atrás eran
niños y ahora están entrando a la universidad (¡qué viejo me hace sentir esto!,
a pesar de que aún soy joven).
Como estuve de visita, quise tomar esa mirada en algunas
iglesias locales y conversar con amigos de otras iglesias también, y que
raro fue, e incómodo a la vez ser visita
en una iglesia. Quiero compartir algunos consejos para las personas que van por
primera vez a la iglesia o llevan poco tiempo congregándose en una iglesia
local y también otras recomendaciones para los que son miembros antiguos, para que las visitas o nuevos no sientan que
somos extraterrestres o de otro mundo (aunque bíblicamente no pertenecemos a
este mundo, pero haciendo referencia a nuestro modo de vivir).
El objetivo de la reflexión es que podamos meditar en
algunos aspectos que como cristianos debemos mejorar en nuestra congregación
cuando recibimos a alguna visita o alguna persona que es nueva en la iglesia.
Para los nuevos o visitas, es normal entender muy poco de lo
que se habla, ya que generalmente en las iglesias evangélicas (que es lo que
más conozco) hablamos en un idioma muy “evangélico”, como por ejemplo “Reciban
la gloria de Dios”, “Que Dios se manifieste”, “Que la gracia de Dios toque tu
vida”, “Amén”, “Que se derrame el
Espíritu Santo”, “Entrar en la presencia de Dios”, “Lluvias de Bendición
caerán”, “Jesús, Dios, Jehová, Señor, Padre”, “Gloria a Dios” y muchas otras palabras que escucharás
seguramente o has escuchado, pero que no entiendes bien a qué se refiere, ya
pronto irás entendiendo, y no todos hablamos así, como consejo para los miembros de una iglesia, no hablemos tan
“evangélicamente”, si bien, Dios da entendimiento, no es necesario confundir o
dejar con dudas a las personas nuevas, de hecho, debemos aclararle sus dudas.
El amor de Dios,
generalmente en las iglesias locales hablamos mucho sobre el amor de Dios, pero
qué hacemos cuando llega alguien nuevo, o alguien no muy social que no es amigo
de nuestro “grupo”, lo vamos a saludar, le decimos “Hola, bienvenido, Dios te
bendiga”, y luego no lo tomamos en cuenta durante la reunión, hasta que acaba y
le mencionamos “que agradable fue tenerte con nosotros, espero puedas venir la
próxima semana, te amamos en el amor de Dios”, pero durante la semana ni nos preocupamos
en hacerle siquiera una llamada telefónica, bueno, ni siquiera en la reunión se
acerca la gente para saludarte en ocasiones, como consejo, no solo hablemos del
amor de Dios, sino que pongamos en práctica este amor. O si no, esa persona es
probable que no regrese.
La música, muchas
veces el centro de las iglesias (lamentablemente), o parte del show, donde se
levanta las manos, se cierra los ojos, llora, etc., para los nuevos, muy raro,
para los que llevan un tiempo, quizás por copiar, y los más antiguos, no
explicamos el sentir de adoración, que no depende de la música, sino de nuestra
experiencia con Dios, nuestra humillación y reconocimiento de que Dios, es Dios
(rey, salvador, amigo, padre, consolador, etc.). Visita, no es necesario que
mueva la boca y se haga que está cantando para que los demás lo vean, si no lo
quiere hacer, trate de meditar en las letras de las canciones, que eso es algo
importante, si tiene fea voz, y quiere cantar, hágalo, Dios se fija en nuestro
interior, podemos cantar hermoso, pero ser vanidoso con ello, y Dios,
seguramente ahí nos escucha como tarros simplemente. Hermano cristiano, trate
de explicar lo que estamos cantando, porqué lo hacemos, cuál es el sentir de la
canción, qué historia tiene el himno, porqué aplaudimos, etc. Si no lo sabe y
lo hace porque es bonita la canción, busque usted también.
La predicación: Es
el momento donde alguna persona, generalmente pastor o líder de la iglesia,
pasa adelante a hablar, se espera obviamente que sea de la Biblia, consejos de
ella, llamados, temas por mejorar de nosotros, alguna historia, etc., a veces
se usa un vocabulario un poco confuso también, y referente al tiempo, se puede
estar de 15 a 1 hora o más hablando, créanme, a las visitas les da sueño,
escuchar algo que no está en “su idioma” y también cuando nos alargamos mucho,
no es una rendición de cuentas del presidente, es hablar de Dios, ojalá no tan
largas, porque está científicamente comprobado que después de mucho hablar
perdemos la atención del escucha, nos comienza a dar sueño o comenzamos a
pensar en otras cosas, nuestra mente divaga. Señor predicador, sea breve, sea
concreto, no sea tan plano para hablar por favor.
La ofrenda: Quizás
para una visita o alguien nuevo en la iglesia, por un tema de influencia
cultural, cree que la ofrenda es como “el sueldo del pastor” o el “precio de la
entrada a ese lugar”, no es así, sino que el dinero se usa para la compra de
materiales para la iglesia, para reparaciones, gastos generales, igual bien, el
pastor recibe un salario, de parte de los diezmos, pero es una paga por el
trabajo que realiza, ya que es su única función (al menos en la iglesia que
voy), en otros lugares, y más en estos tiempos, los llamados pastores
efectivamente se preocupan mucho del dinero, y la prosperidad… lucran con esto.
Si va a una iglesia no tenga vergüenza de preguntar qué se hace con el dinero,
una iglesia transparente en sus finanzas va a aclarar el paradigma de que es un
negocio más, y ese no es el propósito. Primeramente debemos tener en cuenta que
la ofrenda a Dios debemos ser nosotros y nuestras vidas. Hermanos cristianos,
expliquemos a los nuevos, en qué consiste la ofrenda y el diezmo. Visita o
nuevo en la iglesia, si la congregación en la que está yendo, solo hablan de
dinero, prosperidad, bienes materiales, aléjese de ellos.
Un show o club
social: A veces es mirado como esto, el culto como un show, ya que es
siempre lo mismo (oración de bienvenida, saludos, lectura bíblica, música,
oración, música lenta, predicación, ofrenda con música, música, despedida). Un
club social, porque solo nos vemos algunos días de la semana y tenemos nuestras
reuniones programadas. Por favor si lo ve así, o si lo hacen así en su
congregación, no vea eso, sino que vea lo importante que es congregarse en una
iglesia local, es necesario para se rodee de gente pecadora e imperfecta (esto
para mí primeramente), pero con ganas de mejorar y acercarse a Dios y ser más
como él, porque así, podemos mejorar juntos y vivir grandes experiencias, y más
que un show, trate de ver a Dios, de aprender, vea y saque lo bueno de esas
experiencias. Ya, si ve algo muy raro, gritos, saltos, que “levitan” (no es
literal, solo una exageración) o hablan más de dinero, de prosperidad, en vez
de hablar de Dios, de ser como él, tenga ojo y cámbiese de iglesia.
¿Voy por mis amigos o
voy por Dios?: Si bien, el conocer gente cristiana es de mucha bendición,
no pierda el propósito de reunirse con sus hermanos, aprender más de Dios, y de
poder servir en una comunidad, no vaya o deje de ir por personas “x” (amigo,
novia, familiar, etc.), que si no van ellos, no voy yo, porque eso no es lo
fundamental. Aproveche sí, de conocer y hacer una relación con cristianos, si
bien, somos imperfectos, tratamos de demostrar amor y no solo sábados y
domingo, sino, durante todos los días del año, eso es lo que debería ser, esto
último un consejo para los que somos cristianos.
Busque gente que le
pueda ayudar a entender mejor: Dios no por casualidad permitió que usted
pudiera ir a la iglesia, quizás algún amigo o familiar lo invitó, quizás llegó
solo, sea como sea, fue por amor a Dios, él lo buscó, y aunque no entienda nada
las primeras veces que vaya, de un paso más, sea valiente y atrévase a
acercarse a alguien y pregúntele lo que no entienda, quizás después de la
reunión se puede acercar al pastor, o también a alguna persona que note que es
alguien que lleva tiempo, se dará cuenta de inmediato, ya que es el clásico
hermano que saluda a todos, anda con una sonrisa, a veces con la Biblia bajo el
brazo, quizás tiene alguna participación en la reunión como abrir la puerta,
retirar la ofrenda, cantar, estar en la amplificación, tocar algún instrumento,
etc. Si bien, como mencioné en párrafos anteriores, efectivamente nos pueden
ver como seres raros, y en cierta parte es porque no somos ni queremos ser como
las personas de este mundo, sino, porque queremos ser como Jesús y obedecerle a
él.
Aunque se sienta incómodo, no olvide que Dios tiene un
propósito para usted, y nada hace por casualidad.
Hermanos, aprendamos de la iglesia antigua, copiemos lo que
leemos en el libro de Hechos, o en otras partes de la Biblia, consejos de
Jesús, Pablo, Juan, etc. Dios nos guíe a no ser piedra de tropiezo para las
nuevas personas sino de edificación y bendición.
"Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno.
Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día a la iglesia los que habían de ser salvos."
Hechos 2:44-45.
Mis mejores deseo, querido lector.