Hoy, quiero compartir con ustedes, una reflexión que pensaba mientras caminaba al regresar a casa después de un hermoso día, y es sobre nuestro tiempo...
Creo que: La falta de tiempo, es la mayor excusa de muchos, todos tenemos 24 horas, pero depende de nuestra organización, si no alcanzamos o no podemos hacer algo por "falta de tiempo", no es culpa del tiempo, sino de nosotros que a veces nos esclavizamos en algunas cosas y no nos organizamos bien.
La Biblia dice:
"Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora."
Eclesiastés 3:1.
Dios nos guíe y ayude a organizarnos bien con el tiempo que tenemos, lo pido primeramente para mí, porque quiero organizar mi tiempo para Dios, leer, hacer mi devocional, trabajar, hacer deporte, vida social, ocio, pero a veces me cuesta y lo que hago es: trabajar, vida social y ocio, o un poco de bicicleta, trabajo y ocio (y lo que más hago y tiempo ocupo es trabajo y ocio).
Debemos tratar de priorizar lo que es realmente importante, a veces nos esclavizamos por el trabajo, los estudios, entre otras cosas, pero, qué tanto vale la pena, si más importante son nuestras familias, nuestros amigos; a veces debemos tomarnos tiempos de descanso, de meditación, de compartir con nuestros seres queridos.
En el trabajo, cuando alguien no cumple con la labor encomendada y le pregunto porqué no lo hizo y me responde "por falta de tiempo", generalmente le digo, que no es excusa, depende de nuestra organización.
Recuerdo la película Clic donde Adam Sandler recibe un control remoto donde puede controlar todos sus tiempos, pero empieza a avanzar en las peleas, el trabajo, los tacos automovilísticos, enfermedades, juntas familiares, etc., después se da cuenta de que avanzó tanto su tiempo, que en el trabajo que era lo que más le importaba estaba bien, era el presidente de la compañía, pero a su familia la perdió, su esposa se había divorciado de él, su relación con sus hijos era muy pobre y su padre había muerto. Después se dio cuenta de su error, que es el mismo error que cometemos a veces, que damos prioridad a cosas de nuestras vidas que no deberían ser la primera precedencia.
Dios nos ayude a que él sea primeramente y lo demás se vaya añadiendo según las necesidades de cada uno, pero que no dejemos de lado a las personas que nos rodean, que son muy importantes para nuestras vidas.
Bendiciones estimado lector.
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