martes, 27 de agosto de 2013

Mateo 27:50-54.


"Mas Jesús, habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu.
Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron;
y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron;
y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos.
El centurión, y los que estaban con él guardando a Jesús, visto el terremoto, y las cosas que habían sido hechas, temieron en gran manera, y dijeron: Verdaderamente éste era Hijo de Dios."
Mateo 27:50-54.
¡Qué cosas pasaron cuando Jesús entregó su espíritu!, cosas físicas, rasgadura del templo, temblor en la tierra, cuerpos de santos que habían dormido se levantaron, entre otras cosas, ¡qué increíble para quienes lo vieron, para quienes experimentaron esa situación!, para ti y para mí, aún ahora lo son, ese momento que marca la vida de Jesús, su último respiro como humano, aún eso fue increíble y espectacular de parte de él, hizo muchos milagros como hombre vivo, hizo (lo considero como milagros) cuando estaba muriendo y más aún, lo sigue haciendo ahora que está resucitado.
Lo que más me queda y me llama la atención y me llega de forma personal es lo que dijo el centurión y los que estaban con él "Verdaderamente éste era Hijo de Dios",y así es,deja que Jesús toque tu vida, te renueve y puedas decir con tu propia voz que éste (Jesús) verdaderamente es hijo de Dios.
Lindo día estimados.

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