domingo, 3 de julio de 2011

Sedientos, como en un desierto.


Hace unas semanas atrás anduve en San Pedro de Atacama, en el desierto, la mayoría de los lugares que visité fue en bicicleta, en algunas partes el sol era tan fuerte que sentía me deshidrataba y durante todo el día sentía sed. Bebí muchas aguas minerales (no es recomendable beber el agua de ese lugar), mientras pedaleaba, uno de los días, comencé a pensar en lo necesario que es el agua para nosotros, y empecé a relacionar nuestras vidas con los distintos tipos de sed que tenemos y con que siempre estamos sedientos de muchas cosas.
Imagina nuestros anhelos y pasiones como una sed. Como personas, tenemos sed de cosas buenas y de cosas malas, en cosas buenas está lo que agrada a Dios, y en lo malo, lo que no le agrada.
Como personas bebemos de muchas fuentes de agua, algunas son líquidos que no nos hacen bien, que nos apartan de nuestro camino como cristianos (pecados), otras veces bebemos aguas que realmente nos ayudan a crecer, algunas veces bebemos aguas que no son malas, pero no son de edificación para nuestras vidas.
Hay un texto en la biblia que dice así: (Salmos 42:1y2.)
“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas,
Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;
¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?"

Así me imagino, como un ciervo o algún animal que brama de sed, que lucha por conseguir agua para saciar su sed, de esa manera pienso que debemos ser nosotros por la fuente principal de vida que es Dios.
Vi un documental, que me gustaría compartir contigo (será necesario para lo que menciono más abajo)



Saco algunas conclusiones de este vídeo, tres cosas me llaman la atención y las puedo tomar para nuestras vidas.
1.- El camino de un cristiano.
Filipenses 3:13y14 “Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”, recorremos un camino largo, durante toda nuestra vida, muchas decisiones que tomamos son eternas, debemos seguir nuestro rumbo fijo, que es Cristo.
2.- El trabajo en equipo.
Eclesiastés 4:9y10 "Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.
Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante."
Romanos 12:5 "así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros. "
La palabra dice que somos uno, debemos trabajar en unidad, como los elefantes en el vídeo, la madre ayudaba a su cría, los más maduros en la fe, debemos tomar el papel de madre o padre y guiar a los más pequeños, debemos caminar juntos para ayudarnos, y si caemos haya alguien que nos levante, en el caso de los elefantes, veía hace tiempo atrás que los adultos en la noche cuando van a ser atacados por leones, estos dejaban a los bebés al medio del grupo, para así los leones no pudieran hacer nada.
3.- La necesidad del agua para sobrevivir.
Salmos 42:1y2 “Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo;¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?"
Juan 4:5-15 "Vino, pues, a una ciudad de Samaria llamada Sicar, junto a la heredad que Jacob dio a su hijo José.
Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús, cansado del camino, se sentó así junto al pozo. Era como la hora sexta.
Vino una mujer de Samaria a sacar agua; y Jesús le dijo: Dame de beber.
Pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer.
La mujer samaritana le dijo: ¿Cómo tú, siendo judío, me pides a mí de beber, que soy mujer samaritana? Porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí.
Respondió Jesús y le dijo: Si conocieras el don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva.
La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva?
¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?
Respondió Jesús y le dijo:Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed;
mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla. "

Me quedo con el último texto, y con la historia de esta mujer samaritana que necesitaba agua, a ella Jesús le ofrece un agua eterna, del cual nunca necesitará de otra para vivir, es decir agua viva. Jesús nos invita a ti y a mi a recibir de su agua de vida, del agua que no tendremos sed jamás. Esa es la invitación que tengo para ti, que recibas a Jesús quien nos da el agua que necesitamos, pero debes dejar de beber de las otras aguas que no hacen bien a nuestras vidas, que nos atan a un mundo que no nos ayuda. Si tienes algún agua mala por así decirlo, pero en realidad una atadura, un pecado que no te deja servir a Dios al 100%, un peso que te oprime a que alabes a Dios, una culpa el cual te impide mirar a los ojos a tus hermanos, te digo bótala, deja que se evapore de tu vida, la verdad es que cuesta, por lo menos a mí mucho, pero Cristo es el vencedor, es el único que puede saciarnos, Apocalipsis dice “el que quiera beba del agua de la vida gratuitamente”, ¿por qué gratuitamente? Porque Jesús pagó el precio.

Recuerda a esos elefantes, que luchan por llegar a la fuente, tú tienes a la fuente de vida, aquí y ahora, no desaproveches la oportunidad de seguir a Dios, porque él eligió este tiempo para ti. No seas como el elefante que se perdió, seguramente murió deshidratado o atacado por algún animal, no seas débil, porque como dice Pedro, Satanás anda como un león rugiente, buscando a quien devorar, y los que son más fáciles de ser atacados son los débiles, los pequeños y los que están solos y perdidos.
Juan 7.37 "En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba."
Si tienes sed, ven a Jesús, llénate de él y obedece su voluntad.
Dios te llene hermano y seas sediento como en el desierto, pero de Dios, este desafío también es para mi.
Saludos.