martes, 28 de enero de 2014

¿Qué te falta? Por Patty Marroquín


Querido lector, espero estés muy bien, dejo un devocional de Patricia Marroquín,de Especialidades Juveniles Chile, espero sea de bendición para tu vida, como lo ha sido con la mía. Dios nos guíe siempre. Abrazos.

Al leer la Biblia me llama mucho la atención la ingratitud del pueblo escogido de Dios. En reiteradas oportunidades ellos fueron protagonistas de milagros impresionantes, como los descritos en la historia del Éxodo, al ser rescatados por Dios de la esclavitud en Egipto y viajar por largos años en el desierto.
No acababan de salir de Egipto, ¡cuando ya estaban reclamando porque extrañaban sus cebollas egipcias! Si bien es cierto, la travesía no fue precisamente un viaje de placer con aire acondicionado y servicio al cuarto, sabemos que Dios suplió para cada una de sus necesidades en el tiempo oportuno y como "bono extra" había una tierra esplendorosa aguardando por ellos.
Pero nada fue suficiente, la queja, incredulidad y desobediencia los acompañó hasta el final, con un costo demasiado alto por cierto: hicieron enojar a Dios y nunca llegaron a la tierra prometida. (Heb.3:16-19).
Pero ellos no fueron los únicos. Así como me sorprendo del mal comportamiento del pueblo de Israel, hoy me sorprendo a mí misma teniendo las mismas actitudes y creo no ser la excepción.
Del mismo modo como Israel fue rescatado de la esclavitud de Egipto, nosotros fuimos rescatados por Jesús de la esclavitud del pecado y la muerte eterna, para ser trasladados a una mejor vida, pero en lugar de confiar en Sus promesas comenzamos a fijar nuestros ojos en las circunstancias y nada nos satisface plenamente. Siempre hay "peros", rezongos, quejas, lamentaciones y comparaciones odiosas...
En lugar de disfrutar todo lo que tenemos, sufrimos por lo que nos falta, nos sentimos insatisfechos, incompletos.
La Biblia nos dice lo contrario:
"... en Cristo habita toda la plenitud de Dios en un cuerpo humano. De modo que ustedes también están completos mediante la unión con Cristo" Col.2:9-10ª
En Cristo encontramos y tenemos todo, él nos aporta cada una de las partes necesarias para completar un todo. Estando en Cristo tenemos todo el gozo que necesitamos, la esperanza, la paz, el consuelo, el poder, la sabiduría... etc.
Teniendo a Cristo no nos falta nada:
"Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra que compartir con otros". 2ª Cor.9:8
No caigamos en el mismo error de aquellos israelitas que vagaron el resto de su vida por aquel desierto desaprovechando todas las bondades de las cuales gozaban y que murieron quejándose sin llegar jamás a ver la tierra que Dios les había prometido.
Si estamos esperando que nuestra vida sea como un cuento color de rosa, sin que existan problemas, ni "desiertos", para entonces poder ser realmente felices, ¡vamos por mal camino!
Dios nos ayude a dejar de lado las quejas y los lloriqueos y en lugar de eso, tengamos un espíritu confiado y agradecido por todo su amor, misericordia y bondades.
¡Gracias Señor porque en ti, nada nos falta!