Espero Dios bendiga la vida de cada persona que lee este blog, y deseo con todo mi ser que lo que leas, veas o escuches llene tu vida y sea realmente palabra de Dios, de bendición y de ayuda para llegar a ser un Cristiano Real al 1oo%
sábado, 25 de junio de 2011
El regreso del hijo pródigo, reflexión de una meditación.
Acabo de leer el libro "El regreso del hijo pródigo" Meditación ante un cuadro de Rembrandt, el autor es Henri J.M. Nouwen, un sacerdote nacido en los países bajos, trabajó con personas con deficiencias mentales, en su libro nos muestra una meditación basada en tres cosas, en la parábola del hijo pródigo que podemos ver en Lucas 15:11-32, en un cuadro de Rembrandt Harmenszoon van Rijn y en la experiencia de vida que tuvo el sacerdote.
La parábola del hijo pródigo es la siguiente:
"También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
El le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado."
Tomé algunos apuntes con referencia a las meditaciones del libro y las en las siguientes líneas las compartiré con uds., encontré a Nouwen
una persona muy centrada en Jesús, habla que él sea el centro de todo, en que vivamos con él y seamos como él.
Habla del "amor" del mundo y del amor de Dios, el amor del mundo depende del poder de la persona, de la aceptación, en cambio la de Dios es un amor incondicional, no importa como sea la persona socialmente, Dios nos ama de igual manera. Dice que beber del amor del mundo es algo temporal, a diferencia de lo que ofrece Dios, que es un amor eterno.
El sacerdote nos compara y se compara así mismo con el hijo pródigo, luego se y nos compara con otros dos personajes, el hijo mayor y el padre, como hijos pródigos vamos y volvemos de la casa del padre, usamos nuestra herencia y nos alejamos de la casa, malgastamos lo que se nos ha dado, pero hay un punto donde nos damos cuenta de que estamos equivocados, de que hemos llegado al fondo, de que no tenemos nada, y que si estuviéramos donde el padre tendríamos todo lo que realmente necesitamos.
Dios, al igual que el padre de la parábola está dispuesto a perdonarnos, debemos aceptar su perdón y dejar que obre en nosotros, debemos rendirnos a su amor absoluto, decía Neuwen "recibir el perdón implica voluntad de dejar a Dios ser Dios y de dejarle hacer todo el trabajo de sanación, restauración y renovación de mi persona", me pareció una frase muy interesante, y un desafío para nosotros.
Como personas a veces somos como los hijos de este padre, Jesús habla del mundo, y cuando lo hace es muy realista. Habla de "guerras, revoluciones, terremotos, plagas, hambres, persecución y encarcelamientos, traición, odios y asesinatos", lo cual está pasando en el presente y ha pasado a lo largo de la historia del mundo.
Concluye en su libro con que nosotros podemos llegar a ser como el padre, ocupamos los tres papeles de la historia, y los tres principales del cuadro, primero los hijos, y luego el padre, este último es un trabajo mayor, ya que el padre es Dios, Neuwen nos invita a ser como Dios, y la invitación es que seamos como él, que podemos hacerlo siendo el reflejo de Jesús, quien es como Dios y es Dios.
El autor dice "nadie ha sido padre o madre sin antes ser hijo o hija, pero cada hijo o hija debe elegir conscientemente dar un paso más y convertirse en padre o madre para otros", es tiempo de que demos el paso de transformarnos y dejar de ser hijos pródigos o hijos envidiosos, y tratemos de ser como el padre.
"Esta claro que el padre es el centro de todo lo que allí ocurre. Toda luz emana de él, toda la atención vuelve a él. Rembrandt, fiel a la parábola, buscó que nuestra primera atención recayera en el padre antes que en ningún otro.
¿Pero qué hay del padre? ¿Por qué prestamos tanta atención a los hijos cuando es el padre el centro, aquel con quien debo identificarme? ¿Por qué hablar tanto de ser como los hijos cuando la pregunta clave es: ¿Quieres ser como el padre? Uno se siente bien al poder decir: "Estos hijos son como yo" porque siente que se le comprende. Pero ¿cómo sienta decir: "El padre es como yo"? ¿Quiero ser solo como aquel que es perdonado, sino también como aquel que perdona; no solo como aquel a quien se le da la bienvenida, sino también como aquel que la da; no solo como aquel que recibe misericordia, sino también como aquel que da?", eso lo podemos ver en el cuadro y en el libro, pero también lo debemos ver en nuestra vida, la mejor decisión que podemos tomar, es que debemos poner nuestra primera atención en Dios.
"Tal vez, la afirmación más radical que hizo Jesús fue: "Sed misericordiosos, como vuestro Padre es misericordioso." (lucas6.36) Jesús describe la misericordia de Dios no solo para mostrarme lo que Dios siente por mi, o para perdonarme los pecados y ofrecerme una vida nueva y mucha felicidad, sino para invitarme a ser como Dios y para que sea tan misericordioso con los demás como él lo es conmigo"
A través de Jesús podemos ser hijos, debemos ser como él, menciona Neuwen.
"En la medida en que sigamos perteneciendo a este mundo, seguiremos siendo víctimas de sus métodos competitivos y esperaremos ser recompensados por todo el bien que hacemos. Pero cuando pertenecemos a Dios, que nos ama sin condiciones, podemos vivir como Él. la gran conversión a la que nos llama Jesús consiste en pasar de pertenecer al mundo a pertenecer a Dios."
"La persona de Jesús es más importante que el contexto de la parábola y que la parábola en sí. Jesús es el verdadero Hijo del Padre. Es nuestro modelo a seguir para llegar a ser como el Padre. En Él habita la plenitud de Dios. Todo el conocimiento de Dios reside en Él; toda la gloria de Dios permanece en Él; todo el poder de Dios le pertenece. Su unidad con el Padre es tan íntima y tan completa que ver a Jesús es ver al Padre." (Juan 14:9)
"Jesús nos enseña en qué consiste la verdadera condición de hijo. Es el hijo menor sin ser rebelde. Es el hijo mayor sin ser rencoroso. Es obediente al Padre en todo, pero no es su esclavo. Escucha todo lo que dice el Padre, pero esto no lo convierte en su criado. Hace todo lo que le dice el Padre que haga, pero es completamente libre. Lo da todo y lo recibe todo." (Juan 5:19-23)
Personalmente, el autor del libro me llenó de desafíos, entre los principales, es dejar de ser como hijo pródigo o hijo mayor, sino que ser un buen hijo para Dios, me desafía a ser como Jesús, quien descendió a este mundo para darnos el ejemplo de que si podemos ser buenos hijos si seguimos los pasos de Jesús, el desafío grande que me deja es ser como el padre, no ser el padre, porque este es Dios, pero sí ser como él, y la forma en que podemos serla es permaneciendo en su presencia, en vivir con él.
Te dejo este desafío, de vivir una vida con Dios y tratando de ser como él.
Dios llene tu vida, si estás aún como alguno de los hijos (como lo estoy yo a veces), vuelve a los brazos del padre y deja que él guíe tu vida.
Saludos.
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gracias
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