martes, 11 de octubre de 2011

Bicicleta.


Estimado lector, dejo con ustedes un devocional de Patricia Marroquín de Especialidades Juveniles, pueden conseguir más material en www.especialidadesjuveniles.cl o www.especialidadesjuveniles.com, espero sea de mucha bendición lo que leerán, como lo es conmigo.
Saludos.



BICICLETA
Por Patricia Marroquín.


¿Qué tan "viejo" eres en los caminos de Dios? Independientemente del tiempo que llevemos viviendo con Jesús como nuestro amigo, Señor y Salvador, todos hemos comenzado dando pequeños pasos, tratando de avanzar, con caídas y levantadas, pero confiando que con su ayuda alcanzaremos el propósito para el cual nos creó.

"Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará". Sal. 37:5

Si pudiéramos comparar este caminar con algo, sería como cuando aprendimos a andar en bicicleta. ¡Qué experiencia!, un mundo nuevo esperando por nosotros.
Crecí viendo a mis hermanas mayores como disfrutaban al andar en bicicleta. Recorrían con toda libertad el barrio y el parque al que nos llevaba nuestro padre. Yo anhelaba hacer lo mismo, pero el miedo me lo impedía, mi bici era pequeña y tenía un par de "rueditas" auxiliares que impedían que me cayera.
Un día llegó el tiempo de librarme de aquellas "rueditas", y mi padre no dejó de animarme para que lo hiciera y me acompañaba a la calle para practicar. Como yo era un tanto cobarde le hice prometer que estaría a mi lado, corriendo y sosteniendo el asiento de la bici para no caerme.
Finalmente llegó el momento en que me vi pedaleando sola. Cuando me percaté de ello me asusté, pero de inmediato escuché a mi papá que me decía a lo lejos:
- "No te preocupes hija, estoy acá al frente esperándote. Sigue pedaleando, no bajes la vista, levanta tu cabeza y mirarme a mí. No te detengas, tú puedes, yo ya te enseñé. ¡Mírame a mí!

"puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios". He.12:2

Dios cuida de nosotros, no lo dudemos jamás. Desde el instante en que comenzamos nuestra vida con El, las rueditas auxiliares de nuestra vida fueron sacadas. A partir de ese momento ya no dependemos más de nuestras fuerzas, ni conocimientos, ni recursos. Ahora estamos en las manos de nuestro Padre.
Aparentemente nos ha dejado solos para seguir pedaleando, pero no es así. El ha enviado a su Espíritu, como un "pasajero" que irá con nosotros todo el trayecto. Su Espíritu nos guiará a toda verdad. El controla nuestro manubrio para que no caigamos en pecados, ni peligros. Nos enseñe y alumbre el camino, nos levante cuando nos caemos y nos anime cuando quedamos sin fuerzas para seguir pedaleando.

¿Y dónde quedó Jesús?... Él no se ha ido... ¡está delante de nosotros! Él es el más entusiasta de todos viendo como avanzamos y crecemos. El nos anima a seguir adelante, pero viéndolo solo a él, sin distraernos en las circunstancias que nos rodean, (porque son pasajeras).
¡Jesús está al frente en la meta, y nos espera con los brazos abiertos!

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