martes, 6 de noviembre de 2012

Se murió el rey.




Estimados, espero cada uno esté muy bien, dejo con ustedes un devocional más de www.especialidadesjuveniles.cl escrito por Patricia Marroquín, Dios permita que sea de bendición para sus vidas, como lo ha sido para la mía.







Se murió el Rey.
                        Por Patty Marroquín.

Uzías fue un rey que reinó más de 50 años. Durante su reinado Israel fue prosperado en gran manera. El fue amado por su pueblo, vivían felices, en paz, en estabilidad y prosperidad material. Su poder militar era admirable, la gente se sentía protegida, además incentivó obras de ingeniería increíbles, en fin, el efecto y éxito social de este hombre sería la envidia de cualquier político de la actualidad.
Pero... lamentablemente la felicidad no duró para siempre. A pesar de haber hecho cosas tan espectaculares el orgullo terminó apoderándose de su corazón y en lugar de dar la gloria a Dios por sus éxitos "se creyó el cuento" desobedeció a Dios y terminó muriendo de lepra...A su muerte, el terror se apoderó de toda la nación. ¿Qué harían sin su super rey? El héroe de todo Israel había muerto. ¿Quién los alimentaría, quién los cuidaría, quién los defendería de sus enemigos? ¿Quién los iba a gobernar, que pasaría con el crecimiento del país?...
"El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo". Is.6:1 
Cuando nuestro "rey Uzías" muere, nos desanimamos y nos sentimos vacíos, pero es ahí cuando podemos "ver al Señor, ver su gloria", crecemos, lo colocamos en el lugar que le corresponde en nuestra vida y colocamos toda nuestra confianza en él.

La incertidumbre se apoderó de todos los habitantes de Israel, estaban en franca crisis. La gente se refirió a ese año como: "El año en que murió el rey Uzías" (Is.6:1ª).
En la actualidad el mundo entero experimenta una crisis global: Pobreza, guerras, terrorismo, desempleo, inestabilidad financiera, etc. En lo personal, también pasamos por crisis: Familiar, enfermedad, separación, deudas, muerte, inestabilidad laboral, divorcio, conflictos, etc. Y sin duda muchos experimentamos períodos de crisis de fe, sintiendo que las circunstancias son superiores a nuestras fuerzas, que no hay nadie más a quién recurrir, estamos solos frente al mundo... ¿Y Dios?... "lejano y ajeno a nuestras necesidades" pensamos.  
Después de la muerte del rey Uzías, el profeta Isaías enfrentó su crisis y en esa circunstancia adversa Dios se hizo presente en su vida:
Dios es experto en utilizar tiempos inciertos y de tormenta para trabajar poderosamente en nuestra vida. No olvidemos que él es dueño del pasado, del presente y del futuro y que en su vocabulario no existe la palabra "incertidumbre".  
Este corto y poderoso pasaje de la Biblia nos deja claro que hay ocasiones en las cuales, de un día para otro, sin previo aviso Dios permite que los tiempos de calma y bonanza o las personas en las cuales tenemos puesta toda nuestra confianza y esperanza "mueran" (terminen, desaparezcan) y que experimentemos tiempos de dificultad y dolor. 
Las cosas de este mundo pasan, los reyes, líderes o personas importantes se"mueren", ¡pero Dios permanece para siempre!  
  

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