Estimados, espero cada uno esté muy bien, dejo con ustedes un
devocional más de www.especialidadesjuveniles.cl escrito
por Patricia Marroquín, Dios permita que sea de bendición para sus vidas, como
lo ha sido para la mía.
Se murió el Rey.
Por Patty Marroquín.
Uzías fue un rey que reinó más de 50 años. Durante su reinado
Israel fue prosperado en gran manera. El fue amado por su pueblo, vivían
felices, en paz, en estabilidad y prosperidad material. Su poder militar era
admirable, la gente se sentía protegida, además incentivó obras de
ingeniería increíbles, en fin, el efecto y éxito social de este
hombre sería la envidia de cualquier político de la actualidad.
Pero... lamentablemente la felicidad no duró para siempre. A pesar
de haber hecho cosas tan espectaculares el orgullo terminó apoderándose de su
corazón y en lugar de dar la gloria a Dios por sus éxitos "se creyó el
cuento" desobedeció a Dios y terminó muriendo de lepra...A su muerte, el
terror se apoderó de toda la nación. ¿Qué harían sin su super rey? El héroe de
todo Israel había muerto. ¿Quién los alimentaría, quién los cuidaría, quién los
defendería de sus enemigos? ¿Quién los iba a gobernar, que pasaría con el
crecimiento del país?...
"El año en que murió el rey Uzías, vi al Señor sentado en un
majestuoso trono, y el borde de su manto llenaba el templo". Is.6:1
Cuando nuestro "rey Uzías" muere, nos
desanimamos y nos sentimos vacíos, pero es ahí cuando podemos "ver al
Señor, ver su gloria", crecemos, lo colocamos en el lugar que le
corresponde en nuestra vida y colocamos toda nuestra confianza en él.
La incertidumbre se apoderó de todos los habitantes de Israel,
estaban en franca crisis. La gente se refirió a ese año como: "El año
en que murió el rey Uzías" (Is.6:1ª).
En la actualidad el mundo entero experimenta una crisis global:
Pobreza, guerras, terrorismo, desempleo, inestabilidad financiera, etc. En lo
personal, también pasamos por crisis: Familiar, enfermedad, separación, deudas,
muerte, inestabilidad laboral, divorcio, conflictos, etc. Y sin duda muchos
experimentamos períodos de crisis de fe, sintiendo que las circunstancias son
superiores a nuestras fuerzas, que no hay nadie más a quién recurrir, estamos
solos frente al mundo... ¿Y Dios?... "lejano y ajeno a nuestras
necesidades" pensamos.
Después de la muerte del rey Uzías, el profeta Isaías enfrentó su
crisis y en esa circunstancia adversa Dios se hizo presente en su vida:
Dios es experto en utilizar tiempos inciertos y de tormenta para
trabajar poderosamente en nuestra vida. No olvidemos que él es dueño del
pasado, del presente y del futuro y que en su vocabulario no existe la palabra
"incertidumbre".
Este corto y poderoso pasaje de la Biblia nos deja claro que hay
ocasiones en las cuales, de un día para otro, sin previo aviso Dios permite que
los tiempos de calma y bonanza o las personas en las cuales tenemos puesta toda
nuestra confianza y esperanza "mueran" (terminen,
desaparezcan) y que experimentemos tiempos de dificultad y dolor.
Las cosas de este mundo pasan, los reyes, líderes o personas
importantes se"mueren", ¡pero Dios permanece para
siempre!
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