lunes, 11 de octubre de 2010

Reality Show




Devocional entregado por http://www.especialidadesjuveniles.cl, espero sea de bendición para cada uno de ustedes, que Dios los acompañe.


Reality Show. Por: Patricia Marroquín

Seguramente has escuchado hablar de los famosos "Reality Shows", programas muy en boga donde los integrantes compiten para obtener el 1er lugar en alguna "habilidad"; canto, destreza física, bajar de peso, conseguir un "gran amor", ser la mejor modelo, u otras disparatadas ideas.
Allí, un grupo determinado de hombres y mujeres, muy distintos entre sí, se encierran por meses, sin tener contacto con sus familiares, ni nada del mundo exterior.
Durante su encierro, los participantes son filmados las 24 hrs. del día por innumerables cámaras instaladas estratégicamente en su refugio, captando todo lo que ellos hacen y dicen y para ser posteriormente trasmitido a sus seguidores televisivos.
Como todo en la vida, el programa tiene su final y tristemente sabemos cómo ellos al salir de su "burbuja" fracasan estrepitosamente al tener que enfrentar su vida diaria en un mundo real.

Dicho de paso, curioso es el nombre de estos programas: "Reality-Show", que traducido sería algo como: "programa de la realidad",ya que son cualquier cosa, menos la vida que tenemos en el mundo real. Más bien son como refugios blindados donde aquellos que ingresan parecieran querer huir de su realidad y pretender que ese refugio temporal si lo es.

Jesús fue enfático cuando le pidió a su Padre:
"No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal" Jn. 17:15

Con todo respeto, y sin el afán de ofender a nadie, me parece que lo que puede ocurrir con algunos de nosotros en algunas iglesias, es muy parecido a un Reality. Nos encerramos en ellas, convencidos de que lo que ocurre ahí dentro es todo lo que existe en el mundo. Asistimos a una y otra reunión y paulatinamente nos alejamos de las personas que nos rodean. Dejamos de relacionarnos con los que necesitan desesperadamente conocer de Cristo, y nuestro círculo de influencia se achica cada vez más.
Nos sentimos tan cómodos en nuestro propio "Reality-Church", (iglesia), que nos olvidamos de los de afuera, ¡no vaya a ser que nos acusen, como a Cristo, de ser amigos de los publicanos, los fariseos y las prostitutas!
Nuestro encierro se transforma en nuestro mundo y cuando llega el momento de salir al mundo real, nos sentimos atemorizados, no sabemos cómo comportarnos y lo ignoramos de alguna forma encerrándonos nuevamente y lo más Preocupante, es que dejamos de ser relevantes.

El deseo de Dios es que vayamos al mundo, no que nos quedemos encerrados. Nuestro desafío es salir revestidos de su poder y su Espíritu para estar con aquellos que no han oído de Cristo, porque "Él nos ha puesto para luz de los gentiles, a fin de que seamos para salvación hasta lo último de la tierra." Hch. 13:47. ¡Dios nos ayude a cumplir Su voluntad!

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