domingo, 6 de enero de 2013

Temor de Dios, ¡Ven a mí!



                                                                                

Hace algunos días atrás estuve visitando a mi familia y amigos, para pasar fin de año con ellos, tal vez un día cualquiera para mí, pero socialmente un día especial, por cambios y momentos de risas, reflexión, recuerdos, promesas internas, entre otras, que podríamos hacer cualquier día y no necesariamente en año nuevo; haber podido viajar, y compartir con familia y amigos cercanos fue grato, ver a la gente amada, aunque sea por unos instantes, es impagable, los abrazos, las miradas, las palabras y consejos, la comida de mamá, etc., frente a todo esto positivo, creo que tuve algo mejor, y es una palabra, simple, pero que creo fue guiada por Dios, y es respecto a mi relación con Dios, un amigo, al momento de despedirme, sin que hayamos conversado mucho, y siendo que nos habíamos visto hace seis meses, me comentó que estaba cambiado, y lo notaba en mi vida espiritual, luego en el viaje, analizándome y meditando en estas simples palabras, llegue a una conclusión, pienso que uno de mis puntos que ha disminuido últimamente en mí, es el temor de Jehová, lo cual afecta en muchas cosas con nuestra vida y nuestra relación con Dios, ese día fue una oportunidad para mejorar esta importante situación.

Cuando se habla de temor, algunos piensan en miedo, es un sinónimo de hecho, pero cuando hablamos de temor a Dios, se refiere más a respeto, más a amor a Dios, más al seguimiento o estilo de vida que tengamos con Dios.

Las ventajas de temer a Dios son varias, entre ellas:

Una comunión con Dios, una relación de intimidad, no es ir los domingos a una iglesia, es una relación, un estilo de vida de intimidad, a estos Dios mostrará el pacto que ha hecho con nosotros, o más que mostrar, nosotros nos daremos cuenta de la importancia, del pacto de salvación que ha hecho con nuestras vidas.
“La comunión íntima de Jehová es con los que le temen,
Y a ellos hará conocer su pacto.” Salmos 25.14
Otra ventaja, que no solo nos ayuda a nosotros, sino a quienes nos rodean es la sabiduría, y la base está claramente mostrada en Proverbios 1.
“El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;…” Proverbios 1:7a.

Hay otra consecuencia positiva para quienes temen a Dios, pero esta no solo es para nuestra vida terrenal, sino para la eterna.
“El temor de Jehová es manantial de vida para apartarse de los lazos de la muerte.” Proverbios 14:27.

Para quienes tememos a Dios, debemos tener la confianza de que Dios tiene su vista puesta en nosotros (Salmos 33), además de promesas que nos da (Salmos 128).

“He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia,
Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre.
Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.
Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón,
Porque en su santo nombre hemos confiado.
Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti.”
Salmos 33:18-22. 

“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
Que anda en sus caminos.
Cuando comieres el trabajo de tus manos,
Bienaventurado serás, y te irá bien.
Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;
Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.
He aquí que así será bendecido el hombre
Que teme a Jehová.
Bendígate Jehová desde Sion,
Y veas el bien de Jerusalén todos los días de tu vida,
Y veas a los hijos de tus hijos.
Paz sea sobre Israel.”
Salmos 128:1-6.

Creo que como humanidad, día a día vamos perdiendo el respeto hacia Dios, cada momento nos interesa menos el tema, no hay temor a Dios, los gobiernos, nuestras ciudades, iglesias, nuestras mismas familias, nosotros mismos, nos dejamos arrastrar por la sociedad, el morbo de la información, la televisión, internet, el individualismo y la globalización, esto se va reflejando en nuestras obras y en las de nuestras generaciones, si no partimos por nosotros, por generar un cambio en nuestras vidas, si no hacemos algo por levantarnos, cambiar, luchar, ser revolución, las cosas no andarán bien, pienso en detalles y veo comparaciones, por ejemplo de como hablaban los niños antes, en su inocencia, sus juegos y me fijo en los de ahora, mandan más ellos que los padres en sus casas, la inocencia se va perdiendo cada vez a más temprana edad, los juegos ahora son a través de pantallas y muchos son de violencia, las conversaciones con groserías, el respeto hacia los adultos es nulo, pero esto, es responsabilidad mía primeramente, pero tuya también, es responsabilidad nuestra, como padres, como hermanos, como amigos.

Pidamos a Dios que nos guíe, renueve nuestras fuerzas y nos ayude a ser luz.

Pido que el temor de Dios venga a mí.

¡Haz el cambio!, comencemos por una renovación en nuestras vidas, una mejoría, moldeándonos a través de la Biblia y creciendo en Dios.

Bendiciones estimado lector.







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