Querido lector, dejo con ustedes un devocional de Patricia Marroquín de Especiales Juveniles Chile www.especialidadesjuveniles.cl espero sea de bendición para ustedes, no solo sea una lectura, sino que pase a ser parte de nosotros y lo apliquemos en nuestra vida.
Estrellas de Mar.
Un turista salió a caminar para ver la puesta de sol en una hermosa playa desierta. A la distancia vio a una persona que se agachaba y recogía algo del suelo y lo arrojaba al mar. Vez tras vez repetía la misma acción: se agachaba, recogía y lo lanzaba al mar.
Conforme se acercaba, el turista se percató que en la arena había miles de estrellas de mar, que por algún motivo que desconocía, habían varado en esa playa y la persona que había divisado a lo lejos era un muchachito nativo que recogía esas estrellas de mar, lanzándolas una por una de vuelta al agua.
El turista algo desconcertado, saludó al muchachito y sin aguantar más la curiosidad le preguntó qué estaba haciendo, a lo que el chico respondió:
-Estoy lanzando estas estrellas de mar devuelta al mar señor. Mire, ahora la marea esta baja y todas estas estrellas están varadas en la orilla. Si no las arrojo al mar, se van a morir por falta de oxígeno.
-Entiendo-contestó el turista-, pero hay miles de estrellas de mar en esta playa. Es imposible que puedas devolverlas todas, son demasiadas. No sé si sabes, pero es muy probable que esto esté sucediendo en muchas playas a lo largo de esta costa. ¿No crees tú que da lo mismo?
El muchachito sonrió, se inclinó y recogió otra estrella de mar. Al lanzarla devuelta al mar, le dijo:
-¡Para ésa ya no dio lo mismo!
A veces sentimos que lo que hacemos para Dios, con nuestra limitada capacidad, es simplemente insignificante. ¿Acaso nuestros recursos pueden mejorar el deplorable estado de miseria, dolor y enfermedad en el que vive tanta gente? ¿Será que atendiendo a una persona realmente podemos hacer alguna diferencia en un mundo que se cae a pedazos en medio de tanta violencia, egoísmo y apatía hacia Dios?
"Después oí que el Señor preguntaba: « ¿A quién enviaré como mensajero a este pueblo? ¿Quién irá por nosotros?». --Aquí estoy yo --le dije--. Envíame a mí". Is. 6:8
No es de extrañarse que nos sintamos incapaces para hacer cambios perdurables en nuestro medio... Sobre todo cuando nos comparamos con Dios. Sin embargo es justamente el estar conscientes de que no depende de nosotros, ni del tamaño de nuestra ayuda, o riquezas, o conocimientos, ni de nada parecido, lo que nos permitirá ser eficaces en nuestra tarea, sino de nuestra disposición para ser usados por Dios, en cualquier momento y circunstancia.
¿Una sonrisa, una llamada para dar aliento, una taza de café, orar por...? ¡Nada de eso es "poco"!
Jesús anda buscando personas dispuestas para ir buscar "estrellas de mar varadas" para devolverlas al mar de Su amor... de una, en una. Algo sin mucha eficacia a los ojos de muchos, pero que en sus manos se convierte en un verdadero milagro.
¡Vamos! Él quiere usarnos para ir en busca de lo que muchos han desechado y dado por perdido, para que vuelvan a tener vida, ¡vida en abundancia!
Que linda reflexión, hay una canción con esta historia que me encanta, AQUÍ UN VIDEO
ResponderEliminarDios te bendiga Jorge
Yanel