lunes, 22 de abril de 2013

Siembra en la tierra para Dios.


Esta fotografía se la tomé a un colaborador, que trabaja en el hotel donde yo también cumplo funciones. Un día fui a hacer algunas capturas con mi cámara a la huerta orgánica, y me atendió don Tito (la persona de la imagen), junto a don Gemo, ambas personas muy esforzadas y dedicadas a su trabajo. Me llamó la atención esta imagen de todas las que saqué, porque se nota el esfuerzo de don Tito; por sus manos, es notorio ver el trabajo y el desgaste que hacen día a día para obtener una buena cosecha, trabajan toda la temporada en la tierra para luego cosechar y hacer entrega de las frutas y verduras a los clientes, es el trabajo que deben hacer para cumplir con su misión por la cual fueron contratados.
A nosotros también, Dios nos ha dado labores, lo que me hacen pensar si somos como don Tito o don Gemi y ¿realmente nos ensuciamos las manos por Dios?, ¿hacemos algo para ayudar a nuestro prójimo?¿Sembramos "semillas" valores  en el corazón de los demás, sembramos la palabra de Dios a otras personas?
Dios nos invita a ser servidores, a sembrar, con amor, con acciones de gracias, y que hagamos todo para su gloria.
Sembremos en la tierra de Dios, para Dios, generosamente.
"Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará.
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;
como está escrito:
Repartió, dio a los pobres; Su justicia permanece para siempre.Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia,
para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios.
Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios;
pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos;
asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros.
¡Gracias a Dios por su don inefable!"
2 Corintios 9:6-15.
Bendiciones estimado lector, ensuciémonos las manos para Dios.

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