viernes, 23 de agosto de 2013

Mateo 26:57-75.


"Los que prendieron a Jesús le llevaron al sumo sacerdote Caifás, adonde estaban reunidos los escribas y los ancianos.
Mas Pedro le seguía de lejos hasta el patio del sumo sacerdote; y entrando, se sentó con los alguaciles, para ver el fin.
Y los principales sacerdotes y los ancianos y todo el concilio, buscaban falso testimonio contra Jesús, para entregarle a la muerte,
y no lo hallaron, aunque muchos testigos falsos se presentaban. Pero al fin vinieron dos testigos falsos,
que dijeron: Este dijo: Puedo derribar el templo de Dios, y en tres días reedificarlo.
Y levantándose el sumo sacerdote, le dijo: ¿No respondes nada? ¿Qué testifican éstos contra ti?
Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.
Entonces el sumo sacerdote rasgó sus vestiduras, diciendo: ¡Ha blasfemado! ¿Qué más necesidad tenemos de testigos? He aquí, ahora mismo habéis oído su blasfemia.
¿Qué os parece? Y respondiendo ellos, dijeron: ¡Es reo de muerte!
Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban,
diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó.
Pedro estaba sentado fuera en el patio; y se le acercó una criada, diciendo: Tú también estabas con Jesús el galileo.
Mas él negó delante de todos, diciendo: No sé lo que dices.
Saliendo él a la puerta, le vio otra, y dijo a los que estaban allí: También éste estaba con Jesús el nazareno.
Pero él negó otra vez con juramento: No conozco al hombre.
Un poco después, acercándose los que por allí estaban, dijeron a Pedro: Verdaderamente también tú eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre.
Entonces él comenzó a maldecir, y a jurar: No conozco al hombre. Y en seguida cantó el gallo.
Entonces Pedro se acordó de las palabras de Jesús, que le había dicho:Antes que cante el gallo, me negarás tres veces. Y saliendo fuera, lloró amargamente.
Mateo 26:57-75.

Aquí logro ver 3 escenas importantes:
La primera es lo que sufrió Jesús por parte de todos "Entonces le escupieron en el rostro, y le dieron de puñetazos, y otros le abofeteaban,diciendo: Profetízanos, Cristo, quién es el que te golpeó."; siempre he pensado, que hubiera hecho yo si hubiera estado en ese tiempo, con tristeza lo digo, y creo que lo mismo o más en caso de haber sido un ciudadano cualquiera o un fariseo, o persona de algún cargo "importante" dentro de la comunidad.
Lo segundo "No conozco al hombre.", refiriéndose Pedro sobre si conocía a Jesús, se cumplió lo que Jesús dijo, también me pongo en el lugar de Pedro, y estoy seguro de que hubiera hecho igual.
Pedro se arrepintió de inmediato, ya que salió y lloró amargamente.
En estos dos puntos, Dios me ayude a no hacerlo ahora, a que no escupa el rostro de Jesús, ni me burle, ni lo niegue, ni lo ignore, ni lo condene, Dios nos guíe estimados.
Lo tercero, lo actual " Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo."
Me alegra esta escena, Jesús a la diestra del poder de Dios.
Solo puedo dar gracias, por el infinito amor de Dios, por venir a dar la vida por nosotros, a pasar por burlas, golpes, torturas, blasfemias, todo por amor. Y ahora está a la diestra del Padre.
Lindo día, Dios nos guíe y ayude a ser siervos fieles.

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