domingo, 25 de agosto de 2013

Mateo 27:11-26.

"Jesús, pues, estaba en pie delante del gobernador; y éste le preguntó, diciendo: ¿Eres tú el Rey de los judíos? Y Jesús le dijo: Tú lo dices.
Y siendo acusado por los principales sacerdotes y por los ancianos, nada respondió.
Pilato entonces le dijo: ¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti?
Pero Jesús no le respondió ni una palabra; de tal manera que el gobernador se maravillaba mucho.
Ahora bien, en el día de la fiesta acostumbraba el gobernador soltar al pueblo un preso, el que quisiesen.
Y tenían entonces un preso famoso llamado Barrabás.
Reunidos, pues, ellos, les dijo Pilato: ¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás, o a Jesús, llamado el Cristo?
Porque sabía que por envidia le habían entregado.
Y estando él sentado en el tribunal, su mujer le mandó decir: No tengas nada que ver con ese justo; porque hoy he padecido mucho en sueños por causa de él.
Pero los principales sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud que pidiese a Barrabás, y que Jesús fuese muerto.
Y respondiendo el gobernador, les dijo: ¿A cuál de los dos queréis que os suelte? Y ellos dijeron: A Barrabás.
Pilato les dijo: ¿Qué, pues, haré de Jesús, llamado el Cristo? Todos le dijeron: ¡Sea crucificado!
Y el gobernador les dijo: Pues ¿qué mal ha hecho? Pero ellos gritaban aún más, diciendo: ¡Sea crucificado!
Viendo Pilato que nada adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo: Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá vosotros.
Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.
Entonces les soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó para ser crucificado."
Mateo 27:11-26.
Todo esto tenía que cumplirse, al igual que lo que menciona la Biblia antes y después de estos versículos, pero ¿cuántas veces nosotros somos como Pilato que nos lavamos las manos?, de hecho, hay un dicho que dice "me lavo las manos como Pilato", por otro lado, Pilato reconoció a Jesús como justo y su esposa le avisó que tuvo mucho sueños a causa de él, aún sabiendo este personaje, se lavó las manos y no quiso hacerse responsable por su crucificción, mas lo dejó a cargo del pueblo, Dios nos ayude a ser responsables de nuestros actos y de tomar las decisiones correctas aunque todos los demás digan que no lo es,pero sí Dios. 
Me llama la atención lo que dijo el pueblo "Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.", así es, Jesús derramó su sangre por cada uno de nosotros, murió para salvarnos y limpiarnos.
Buen día para todos.

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