sábado, 24 de agosto de 2013

Mateo 27:1-10.

"Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte.
Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador.
Entonces Judas, el que le había entregado, viendo que era condenado, devolvió arrepentido las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes y a los ancianos,
diciendo: Yo he pecado entregando sangre inocente. Mas ellos dijeron: ¿Qué nos importa a nosotros? ¡Allá tú!
Y arrojando las piezas de plata en el templo, salió, y fue y se ahorcó.
Los principales sacerdotes, tomando las piezas de plata, dijeron: No es lícito echarlas en el tesoro de las ofrendas, porque es precio de sangre.
Y después de consultar, compraron con ellas el campo del alfarero, para sepultura de los extranjeros.
Por lo cual aquel campo se llama hasta el día de hoy: Campo de sangre.
Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel;
y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor."
Mateo 27:1-10.
Un triste final, para uno de los doce, de los llamados por Jesús, ¿qué pasa con nosotros?, ¿hasta dónde somos constantes con respecto a nuestra relación con Jesús?, si bien Dios llamó a muchos dice la Biblia, no todos son escogidos, ¿a qué se refiere esto?, ¿soy un escogido de Dios?
Dios nos ayude a ser fiel a él, a seguirlo y a nunca cambiarlo por nada, por 30 piezas de plata o por cualquier otra cosa que sea más "atractiva" o que prefiramos en vez de a Dios.
Un lindo día para reflexionar, que tengamos a Dios siempre como prioridad y seamos fieles.

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